Según Bolívar, un centro escolar que aprende es un centro que se adapta a las necesidades de sus alumnos mediante la realización de procesos de mejora y reciclaje de sus docentes. Una escuela que aprende es una escuela que progresa, que es capaz de realizar el trabajo en equipo y tener buena comunicación, es capaz de apoyar todas las decisiones y de compartir todas las ideas, es capaz de obtener los recursos necesarios para el desarrollo profesional del docente y es capaz de permitir las relaciones interpersonales entre sus trabajadores.
La falta de formación del profesorado, la falta de cooperación y trabajo en equipo, el individualismo, la masificación del profesorado, la comodidad del docente, la falta de recursos TIC, la competitividad, la falta de innovación y de liderazgo, y una estructura rígida del centro son las dificultades y barreras que impiden que una escuela se transforme en un centro escolar implicado en el cambio y adaptado a las necesidades de sus alumnos.
Las condiciones que deben darse para que se pueda crear una cultura de colaboración son el trabajo en equipo y la cooperación, debe haber una implicación en el cambio, un liderazgo propio del docente, que es el que debe tomar la iniciativa, debe haber un desarrollo profesional, unas normas y valores consensuados, una evaluación colaborativa, una búsqueda de alternativas y una planificación previa.
Podemos seguir una serie de estrategias que nos lleven a que se produzca el cambio y éstas pueden ser: participación, trabajo en equipo, tener actitudes abiertas a la reflexión y a la colaboración, debe haber una autorrevisión del centro, una formación continua del docente, una investigación-acción, una autoevaluación, debe haber una red de escuelas y un apoyo profesional entre docentes. De esta forma podríamos comenzar a ser un centro escolar que se basa en el proceso y no en el resultado.
La falta de formación del profesorado, la falta de cooperación y trabajo en equipo, el individualismo, la masificación del profesorado, la comodidad del docente, la falta de recursos TIC, la competitividad, la falta de innovación y de liderazgo, y una estructura rígida del centro son las dificultades y barreras que impiden que una escuela se transforme en un centro escolar implicado en el cambio y adaptado a las necesidades de sus alumnos.
Las condiciones que deben darse para que se pueda crear una cultura de colaboración son el trabajo en equipo y la cooperación, debe haber una implicación en el cambio, un liderazgo propio del docente, que es el que debe tomar la iniciativa, debe haber un desarrollo profesional, unas normas y valores consensuados, una evaluación colaborativa, una búsqueda de alternativas y una planificación previa.
Podemos seguir una serie de estrategias que nos lleven a que se produzca el cambio y éstas pueden ser: participación, trabajo en equipo, tener actitudes abiertas a la reflexión y a la colaboración, debe haber una autorrevisión del centro, una formación continua del docente, una investigación-acción, una autoevaluación, debe haber una red de escuelas y un apoyo profesional entre docentes. De esta forma podríamos comenzar a ser un centro escolar que se basa en el proceso y no en el resultado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario