domingo, 13 de febrero de 2011

Tipos de modelos de convivencia y la ley del maestro

MODELOS DE GESTIÓN DE LA CONVIVENCIA

En El modelo integrado: un marco educativo para la gestión de los conflictos de convivencia desde una perspectiva de centro, de Juan Carlos Torrego, podemos diferenciar entre tres tipos de modelos para abordar los problemas y conflictos de convivencia que se pueden dar en los centros educativos.
Basándose en Galtung (1998) en el campo de los estudios sobre la paz, Torrego afirma que para resolver conflictos y se tenga éxito, es necesario que se atiendan tres puntos: la reparación, la reconciliación y la resolución.

Quiero reflejar la aclaración que se hizo en clase sobre la medida punitiva. La medida punitiva se impone por el incumplimiento de la norma y se presenta en los tres modelos que hemos visto (punitivo, relacional e integrador).

El modelo punitivo
Ante un nflicto se aplica una sanción o corrección. Se centra más en imponer un castigo que en tratar el problema o el conflicto que se ha ocasionado. La reparación no es efectiva, porque la víctima puede sentirse aún más indefensa. No se lleva a cabo una reconciliación entre las partes implicadas, pues lo que les une a la víctima y al agresor es el sufrimiento causado por la penalización y no se resuelve el conflicto ya que no tiene por qué abordarse.
El castigo impuesto por el profesor puede provocar que la autoridad se malinterprete y se cree un estado de desigualdad que produce un daño emocional, aunque no sea intencionado, y provoca que no haya una redirección de la mala conducta.

El modelo relacional
En este modelo se utiliza el diálogo entre las partes implicadas para la resolución del conflicto, lo que les permite expresar sus sentimientos, dar sus motivos, etc. Aquí la víctima tiene un papel más activo y se intenta reparar el daño emocional de la víctima y el sentimiento de culpa del agresor.
El profesor sigue siendo una imagen de autoridad, pero en este caso mediadora.

El modelo integrado
Este modelo está regulado por los centros por los equipos de mediación, que están constituidos por gente cualificada para ello adoptando la figura de mediadores. Está dedicado al diálogo entre las partes implicadas en un conflicto para llegar a un acuerdo mediado por una tercera persona que no tiene nada que ver con los implicados.
En el modelo integrador las normas son fijadas por todos los que pertenecen al marco educativo, sean profesores o alumnos. Cuando alguna de las normas no se cumplen, se llevaría a cabo en privado la resolución del conflicto, pero después se llevaría al aula para tratar el tema y hacer al resto partícipes en un trabajo global.

No recuerdo ningún conflicto grave a lo largo de mi historia de estudiante o en las prácticas. El año pasado hice el Practicum I en educación infantil y cuando había alguna riña entre alumnos lo que se hacía era irse hacia un lado con los implicados y pedirles que hablaran sobre lo que habían hecho y por qué y que la víctima dijera como se había sentido, pero no se llegaba a ningún tipo de acuerdo como sanción, sino que se le pedía a los niños que se dieran un abrazo y que siguieran jugando. Por tanto pienso y creo que se trataría del modelo relacional, aunque como no hay resolución, no estoy muy segura.

Pienso que los tres modelos son necesarios, pero sin duda el más utópico e idealista es el modelo integrador. Es el ideal para enseñar a los alumnos, futuras personas adultas, a que los problemas y los conflictos se pueden resolver hablando si se quiere, y que no hace falta llegar a hacer daño a una persona para que se tenga que hablar, sino que ese paso tiene que ser previo. Pero también es verdad que veo demasiado idealista este modelo, pienso que hay ocasiones en las que no hay que dar lugar a mediaciones y directamente llevar un modelo punitivo. Por ejemplo, cuando nos encontramos con un caso de ciberacoso.


VIDEO

De este vídeo con lo que más de acuerdo estoy es con las palabras de José Robles, director del colegio Santo Anxo de Rábade: “yo siempre critico a los profesores de que quizá en las aulas habría que dar otras cosas a parte de los conocimientos, quizá habría que ir más allá... habría que conocer a los menores, llamarles por su nombre, enseñarles”.

Si tu a un niño le muestras lo que le estás pidiendo, es decir, que sea una persona amable, con ciertos valores, que se preocupe por la gente, se tú el primero en hacer eso con él/ella. No siempre es posible, lo se, pero con un poquito que le dieses a cada uno sería suficiente para que ellos tuvieran un modelo a seguir.

En cuanto a la Presunción de Veracidad de los profesores, quizá a niveles de instituto fuera necesario, pues es cierto que los alumnos, y yo lo he vivido, no tienen ningún tipo de respeto por el profesor, que los padres son informados de que su hijo no realiza las tareas y no asiste a clase y el culpable es el profesor, pero aún así, me parece una medida injusta. Los niños, niños son, y alguno habrá al que de verdad le toque tener que enfrentarse a un profesor con motivos y por esta ley no poder defenderse porque si no llevas pruebas no tienes nada que hacer.

Si estoy de acuerdo en hacer una ley sobre los maestros y profesores y una ley hacia los estudiantes y tomar medida contra violaciones de la intimidad como el ciberbullying o el acoso de profesores (que existe).

Siempre se critica que por qué un policía debe de tener siempre la razón si no tienes pruebas contra él, y nos quejamos de las injusticias que hay sobre este tema y seguro que tenemos algún conocido al que le haya pasado algo de este tipo. ¿Por qué un profesor debe ser diferente? ¿Por ser profesor siempre dirá la verdad?

El respeto hay que ganárselo, y es cierto que hoy en día se necesita ayuda legal porque se ha cogido miedo a ser severo con los niños (me refiero con severo a ser serio y estricto, no a como en la época de mis padres con la regla en la mano) pero la ley de presunción de veracidad me parece demasiado.




BLOG DE ANÁLISIS EDUCATIVO Y TEMAS CULTURALES, el premio y el castigo en el colegio: http://pedablogia.wordpress.com/2008/04/28/premios-vs-castigos-en-el-colegio/

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